Hay momentos en la vida de todo hombre en los que se asume un especial sentido de la
responsabilidad. Yo creo haberla sabido asumir dignamente durante los casi cinco años en que
he sido presidente del Gobierno. Sin embargo, la responsabilidad que siento hoy me parece
infinitamente mayor.
(Inicio del discurso de dimisión de Adolfo Suarez, 29 de enero de 1981)
Estos días se me ha venido a la cabeza 1981; sí, el año ´81 y más concretamente los acontecimientos de febrero. Creo que algunas lecciones de entonces nos vendrían bien ahora.