Dar de comer al hambriento
—No tenemos para nosotros. Estamos en un banquete en donde solo se divierten diez invitados, los otros trescientos sobreviven, pasan necesidades. No cabemos, no hay para todos ¿Sales a la puerta e invitas a entrar a más gente?
—No estás invitando a nadie, has salido a la puerta y te has encontrado tirado en el suelo, muriendo, a una persona a la que nadie quiere ayudar. Si entras y cierras, morirá en tu puerta.